Porque tengo piernas me caí.
Porque camino, me caí.
Porque puedo caminar, me caí.
Me ví en una silla de ruedas y platicamos.
De lo frágil y de lo fuerte, de lo intenso y de lo light.
De comida y música, de saber y lo que nos falta por aprender.
Gran lugar, el depto, no te imaginas que algo así exista en la Condesa del DF.
Y el cuarto del ducado, bien educado, le cantó: Que la pases feliz.
Cumple en una silla, de ruedas I insist.
Sonríe y valora, todo lo demás.
Me sobran pies, camino y me puedo caer.
Gracias vida por mis tropiezos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario