domingo, 29 de junio de 2008

Me caí.

Porque tengo piernas me caí.
Porque camino, me caí.
Porque puedo caminar, me caí.

Me ví en una silla de ruedas y platicamos.
De lo frágil y de lo fuerte, de lo intenso y de lo light.
De comida y música, de saber y lo que nos falta por aprender.

Gran lugar, el depto, no te imaginas que algo así exista en la Condesa del DF.
Y el cuarto del ducado, bien educado, le cantó: Que la pases feliz.

Cumple en una silla, de ruedas I insist.

Sonríe y valora, todo lo demás.

Me sobran pies, camino y me puedo caer.
Gracias vida por mis tropiezos.

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